viernes, 3 de julio de 2009

En el diario Diagonales

Publicado en el diario Diagonales el lunes 30/7/09 con motivo de la muerte del fundador de la Revista Humor, Andrés Cascioli.

Lo que Humor nos dejó
Por Genoveva Arcaute

Permitirnos vivir en estado de escritura, que es un estado de gracia. Quincena a quincena, la incertidumbre de si sería o no publicada la nota que había sido penosamente acarreada en el Río de La Plata (Centenario y Calchaquí, Mitre de Avellaneda y subte en Constitución, previo licuado de banana para reponer energía) y cuya idea o plan estaba aprobado veinte o treinta días antes. Y no pensar en el teléfono para abreviar la agonía porque no lo tenía en casa, los públicos eran pocos y los que andaban, devoraban fichas que no se conseguían en ningún kiosco. Estamos hablando de los últimos revolcones de la dictadura y los primeros augurios de la democracia. Y claro, la vida pasaba por ahí, la única calle con luz.Podían pasar dos cosas: A) La nota salía, entonces todo era alegría y fe en la propia escritura, se podía vivir tranquilo hasta la próxima, pensar con tiempo suficiente, desarrollar esa idea que ya estaba conversada y, sobre todo esto, saberse colaboradora de Humo(r), leída y disfrutada por quichicientos lectores hermanos. Sin contar que un artículo doble página era pagado más o menos como cuatro horas cátedra de secundaria (multiplicadas por cuatro semanas: dieciséis horas reales con un curso). Lo cual no es poco, si recuerdo que cuando vino Cortázar al San Martín a conversar con sus lectores, no pudimos ir a verlo por malaria, miseria, sequía, como quieran llamarlo. ¡Quién iba a decir que sería la última oportunidad! O B) La nota no salía, y entonces toda la negrura del fracaso caía sobre nosotros. ¿Acaso el Gordo Soriano había mandado algo a último momento? ¿O Malvinas terminaba con todos los rincones de la revista donde podía caber la notita de los platenses, costumbrista, con risas y ese tinte tan aquí-estamos-vivos-y-con-ganas-de-empezar? ¿O le tocaba a Santiago Varela, a Manolo da la Zarza, a la Wargon, que pulsaban la misma cuerda?Entonces quedaba el consuelo: la Súper, la Sex o alguna otra, que nunca terminaban de definirse. Súperhumo(r), por ejemplo, empezó como muestrario de la nueva historieta, densa en lo intelectual, única en el dibujo, carísima de publicar. Después, entregados al radicalismo, Enrique Vázquez la dirigió unívocamente a lo político. ¡A ver esa ductilidad, señoras! Ese oficio de adaptarse a líneas e intenciones. Después la Sex se la tragó, valga la expresión y otra vez, a ensayar otro humor, otra temática. Lo bueno, lo grande, es que siempre estaba la oportunidad de demostrar que una podía, que para algo había elegido como oficio nada menos que la palabra. Y aquí concluyo. La escritura de un escritor se hace en un aprendizaje lento e inconciente. Fuerzas que a una la moldean, la determinan y sólo se divisan con el correr del tiempo. Y si algo como escritores nos dejó esa década, fue sin duda la marca del humorista. La vocación de desnudar ese sesgo que la realidad se empeña en disimular, sacado a la luz en el verso, en la narración, en lo que, como entonces, se ponga por delante.

Lo que Humor nos dejó
Por Jorge Goyeneche

La revista Humo(r) fue un desvío. No un atajo, ese recorrido fácil que nos hace saltear etapas y nos ubica rápidamente al final del recorrido, sino la decisión de no aceptar la mirada permitida: saltar por el Mundial, tirar papelitos como Clemente, pegar en el auto un cartelito que rezaba “Somos derechos y humanos”. Frente al aislamiento que la gran masa imponía, Humo(r) fue una diagonal.Estábamos sin trabajo en un departamentucho húmedo, llovía, no había un peso, se nos había acabado la garrafa. Un melodrama ruso en blanco y negro. Un hijo y un embarazo avanzado. La última moneda, con su pedido de auxilio a padres o suegros, se la tragó el teléfono público que estaba a tres cuadras. Era el 78. Como exorcismo, nos pusimos a escribir y meses después nos contestaron de la revista. Y así empezó todo. A pesar de algún número secuestrado, a pesar de un amago de huida romántica por los techos vecinos de la calle Piedras en la primera sede de la editorial, fueron años felices porque la hostilidad militarizada no podía contra nosotros. También era una fiesta acarrear las notas (sin Internet, sin celular, sin fax, ni siquiera había teléfono en casa) había que tomarse el tren, caminar silbando hasta San Telmo y sentarse en la redacción a charlar con Tomás Sanz, Fabre, Vázquez, cruzarse con Dolina, Sasturain, los dibujantes. Y todo con enorme amabilidad (juro que no estoy mejorando el pasado, estas pocas líneas no alcanzan para describir el afecto y la cordialidad de aquella redacción). Luego llegaban cartas comentando esas notas desde Noruega, desde un pequeño pueblito aislado en Santiago del Estero, desde cualquier lugar donde otros exiliados externos o internos se reconfortaban a pesar de la soledad y la distancia. Nadie puede salir de esos recreos largos sin una marca profunda. Tanto en el anclaje afectivo como en la forma de acercarse al lector, en la manera de enfocar el análisis del entorno. Humo(r) es un gen. Aquellas tapas que ponían en escorzo a los superhombres (Menotti como San Martín; la junta como tres monos que no hablan ni miran ni oyen; la Justicia ciega en patineta; Galtieri conquistador a lo Mel Brooks); aquellas notas, aquellos reportajes que buscaban el subtexto. Es una marca en la forma de mirar. El día de la muerte de Cascioli en TN lo mataron a Fabregat. Una joyita. Mientras el banner rápidamente anunciaba la noticia, arriba pasaban un video, sin sonido, en el que se veía al uruguayo Fabre. Una hora después lo corrigieron y pusieron al verdadero muerto. Y finalmente, Michael, el negro blanco, el Grassi del norte, se lo llevó del todo.Cuando todo el sistema cultural mira derecho, sé –gracias a Humo(r)– que hay que inclinar un poco la cabeza o directamente poner todo patas para arriba. Como dijera Prodan en “Murciélagos”: “yo estoy al derecho, dado vuelta estás vos”.

viernes, 26 de junio de 2009

26 de junio

26 de junio (Día del crimen contra el pueblo manifestando, en las personas de Darío Santillán y Maxi Kostecki en el puente Pueyrredón de Avellaneda)

Por Genoveva Arcaute

¡Qué más muerte que la muerte
Del que muere por su amigo
Qué más cristo que el que muere
En la muerte del amigo
Qué ladrón más ladrón mal ladrón
Que el que roba la vida del amigo
En la muerte del amigo
Qué más cristo, buen ladrón
Que el que viste ropa de héroe
En su muerte por la muerte del amigo
Qué más manso, menos fiera,
Qué Darío más Darío qué más grito en las paredes
Por la muerte del amigo
Qué más mínima distancia del disparo
Bajo el puente
¡Maxi!
Manotazo de la bota del ladrón
Qué más cristo, qué más héroe, qué ladrón
Que se lleva todo barrio, todo amor
Qué daría, más la vida en la muerte del amigo
Qué Darío en pintura de rodillas casi muerto
En la muerte del amigo
Qué más foto que las fotos de la muerte de Darío
Qué más mano, qué más ojo
Que revela qué más cristo y a su muerte
En la muerte de la vida del amigo!

jueves, 25 de junio de 2009

Murió Andrés Cascioli (y TN lo mató a Fabre)

No se espere de nosotros una necrológica porque ni este es un sitio careta ni lo conocimos a fondo como para hacerla en serio. En diez años de ir varias veces por mes a las sucesivas redacciones lo vimos no más de diez veces. Se mantenía al margen en su oficina. Probablemente en el armado final o en las directivas cardinales. Tratábamos con Tomás Sanz y Aqules Fabregat, jefe y secretario de redacción respectivamente. Ellos eran las caras visibles. El Dire se mantenía en sus habitaciones y ya se sabe que los dibujantes son poco comunicativos. En las cenas, fiestas y ocasiones especiales se lo veía en las cabeceras correspondientes de las mesas, generalmente acompañado por los personajes de la política o del espectáculo con los que debía lidiar. Al principio no había casi nadie, a medida que la revista fue ganando espacio aparecieron, como es usual, los amigos. Y el Tano manejaba eso sin perder la línea.
Fue el creador, el impulsor, el capitán del equipo; por eso, chau Tano, muchas gracias.

De último momento: pasaron la noticia en TN y mostraron un reportaje a Aquiles Fabregat. No hay caso. No nos dejan en paz. Media hora después lo corrigieron. Pero no podían en la tele hacer bien ni ese mínimo homenaje. Eso sí, con Fara Fose no se equivocaron.

viernes, 19 de junio de 2009

La Revista Humor. El discurso de lo público y lo privado.

La Revista Humor. El discurso de lo público y lo privado
Genoveva Arcaute y Jorge Goyeneche

1
Parece ser que la tragedia es superior a la comedia. Umberto Eco arma su novela El nombre de la rosa en torno a la suposición, no carente de asidero, de que Aristóteles además de un libro sobre la tragedia habría escrito otro sobre la comedia, ocultado por un siniestro monje medieval. Desde allí hasta nuestros días, “serio” ha acompañado como adjetivo a todo proyecto o persona que se considere apto, confiable, ya para una ley de privatización ya para un director técnico que pisará el césped con impecable traje y zapatos lustrados. En la Argentina han sido serios los integrantes de la junta militar del 76; no podemos calificar así, en cambio, a Cortázar. Así planteada la disyuntiva no habrá duda en la elección, salvo para algún delirante. La palabra humor ha pegado un salto sustancial a partir de la revista que utilizó el sustantivo sin calificación, sin artículo, de manera absoluta. El humor, dejó de ser sinónimo lato de chiste, para convertirse con Humor en resistencia intelectual, revista cultural de masas.
2
Llama la atención, después de dos décadas, que no haya sido publicado ningún estudio sobre el tema. Sí lo hubo sobre la prensa durante la dictadura, y allí Humor tiene su entrada, pero el fenómeno de lectura, masividad y novedad que representó no tuvo quién diera cuenta de él. Según Beatriz Sarlo es difícil analizar con rigor un medio masivo desde la contemporaneidad con su presencia, porque se caería –como ya se ha visto- en la banalidad provocada por la fascinación. Estudiar un fenómeno de TV durante su éxito, impide, dificulta echar luz sobre sus mecanismos. Los veinte años parecen ser suficientes para trazar un plan.
3
Según Bajtín, los géneros discursivos se separan de los literarios por incidir directamente en los valores sociales; su mira, su destino está en la inmediata circulación que dé sentido a la sociedad que en ellos lo busca. Legitimar, expresar rechazo, estimar, son operaciones que los medios periodísticos hacen continuamente, construyendo la realidad. En tanto la literatura muestra la individualidad, la originalidad, la mirada nueva y personalísima del artista. No hay acontecimiento glosado, el acontecimiento es nuevo y sorprendente. El entramado de textos de la revista Humor abreva quizá en los dos grupos. Por un lado adquiere su razón de ser como vehículo del sentir colectivo frente a la dictadura, pero al mismo tiempo hace literatura. Las crónicas del barrio de Flores de Dolina, las vicisitudes de los bichos de Vida interior de Tabaré, los “cuentitos” de Aída Bortnik, los artículos costumbristas en la línea de Jerome K. Jerome y las fantasías de Rep y su más allá no son otra cosa, en formatos diversos. Lo acuciante cede a la necesidad de instalar una estética acorde con una idea íntima de democracia que estaba en la utopía multiforme de hacedores y lectores.
4
Quizá el soporte teórico desde el cual emprender una mirada en profundidad sobre el fenómeno Humor en los ochenta sea la escuela de Frankfurt, que trató durante el nazismo la temática de los medios masivos. Desde este abordaje, ningún flanco debe quedar afuera: lo sociológico, lo psicológico, lo teórico, lo estético y lo ideológico formarán parte de un estudio exhaustivo. Aplicados con suma brevedad al medio que nos ocupa, Humor Registrado y sus periféricas –Sex, Súper, Humi y otras- salta a la vista que la ideología fue la oposición a la dictadura militar, a partir de su primer número en 1978, bajo la cobertura de ocuparse sólo del fútbol, del campeonato mundial y otros chistes. Más adelante y avanzando con cuidado, diciendo y no diciendo, buscando los entrevistados con audacia entre las figuras silenciadas, pero también burlándose de baños sucios y carteles originales –provistos por lectores muy activos- se fue armando un fluir de texto y sentido que entabló vínculos de lealtad fanática entre lectores que sólo tenían ese respiro quincenal para “tirar”, “aguantar”, en tanto la democracia se hacía realidad. Situación única frente a la cual sólo cabe un órgano, una voz única que la exprese. Pero quizá el semiólogo Eliseo Verón aporte con síntesis admirable un punto de partida para el trabajo que proponemos:
Las condiciones productivas de los discursos sociales tienen que ver ya sea con las determinaciones que dan cuenta de las restricciones de generación de un discurso, ya sea con las determinaciones que definen las restricciones de su recepción. Llamamos a las primeras condiciones de producción y a las segundas, condiciones de reconocimiento. Generadas bajo condiciones determinadas, que producen sus efectos bajo condiciones también determinadas, es entre estos dos conjuntos de condiciones que circulan los discursos sociales. (E. Verón La semiosis social, 1989)
Si rellenamos la fórmula con el caso que nos ocupa, será muy sencillo encontrar las restricciones de producción del discurso de Humor y las de su recepción. Coyuntura de la historia política y social de nuestro país nunca antes dada. Confluían, no sólo la salida necesaria a los años de dictadura –también única como todas, pero más en su carácter sangriento- sino también la avalancha de pautas sociales, en la moral, las costumbres, los consumos culturales, los estilos de entretenimiento que la sociedad debía procesar, adaptar y adoptar.
5
Veamos ahora una selecta cronología de antecedentes periodísticos para la génesis de Humor. Anteriormente, un fenómeno periodístico había roto con los postulados de rigor sobre lo periodístico, abriendo francamente sus columnas a la subjetividad de los enunciadores, dando lugar a las más grandes firmas, y evadiendo el complemento de la imagen: La Opinión, en los setenta, tuvo estas audacias y también bajo un nombre que es un sustantivo abstracto, en este caso del campo léxico de la prensa, abre la vía para que las individualidades brillen y sin embargo se mantenga la solidez de su línea.
En cuanto a semanarios de humor, Rico Tipo a partir del 41 y Patoruzú –vertical- son antecedentes pero con un contenido ingenuo, atemporal, plagado de viejos estereotipos de género y costumbrismo de tira estadounidense. Satiricón, que apareció durante unos pocos años de la década del setenta se suele citar como el más cercano antecedente de Humor, pero hay una diferencia abismal: la revista creada por Oscar Blotta carecía de utopía a transmitir y sostener, era obra de decadencia, corrosiva, sin respuestas, -no había esperanza durante el fin del gobierno de Isabel. En cambio, Humor fue juvenil, tenía un horizonte de cambio que atrajo a los lectores, porque sintonizaba con su ánimo. Y traía una actualización, una puesta al día en muchos aspectos sociales en los que la sociedad argentina, sus capas medias, había quedado demorada, por las moralinas represoras características de nuestras clases dirigentes, militares católicos la mayoría de las veces. En cuanto a su descendencia –perdida su razón de ser con la llegada del menemato, no la encontraremos en revistas ilustradas sino nuevamente un diario, Página 12, que abre el dogmatismo de los formatos periodísticos a sorpresas. Página 12 es quizá la heredera más ajustada a lo que significó Humor. El chiste de tapa, el “pirulo” que se leía de ojito sin comprar y era lo primero en buscarse cuando uno se la llevaba a casa, el titular ingenioso y por supuesto la imagen retocada, compuesta o elegida entre las que habitualmente un fotorreportero desecha, están autorizados como recurso sólo porque ya había existido Humor. Sin contar el carácter de audacia y juventud que le imprimió su creador Jorge Lanata. Porque nos referimos estrictamente a la primera época de Página. Podemos mencionar en estos días a la única revista humorística que circula: Barcelona. No hay en ella genes de Humor, más bien de Satiricón, tal como la hemos caracterizado. Su humor es corrosivo, escandaloso, y disparatado. La lectura de la realidad no ofrece salida o rumbo, no “baja línea”, no enseña.
6
Es que quizá la diferencia de Humor con respecto a otros medios sea que contuvo una verdadera educación sentimental. No dejó fuera ningún tema, ningún aspecto, ni de lo público ni de lo privado. En este aspecto, Sexhumor se encargó de desdramatizar viejos prejuicios morales en coincidencia con la ley de divorcio. La sexualidad se abrió en un destape pacífico, sin escándalos, al alcance de las buenas conciencias enamoradas de la democracia, la diversidad sexual, las nuevas maneras de la filiación, los vínculos familiares más libres. Cómo manejarse con lo cotidiano novedoso: los derechos del consumidor, por ejemplo, como otra forma de repeler abusos. La música joven, ampliamente definida como rock nacional apuntó desde “las páginas de Gloria” a otras músicas, con menos barreras o exclusiones etarias. El discurso de género, sin alardes, tuvo en dos lugares clave, mujeres a cargo: la mencionada Gloria Guerrero a cargo de un medio machista sin rodeos como el rock y Mona Moncalvillo a cargo de la entrevista central, un verdadero sitial para que Pérez Esquivel, Hebe de Bonafini, Cortázar, y muchos otros pudieran hacer llegar sus mensajes tanto tiempo esperados.
La revista también dio impulso a la nueva historieta argentina, hasta entonces rara en medio del aluvión extranjero. Se acercó más al arte. Rep comenzó allí muy joven con la tira El recepcionista de arriba. Fantasía lirismo y opinión sobre la actualidad. Después vinieron Joven argentino –ser adolescente en los 80 y por fin Los Alfonsín, irreverente pero nunca amonestada. El fútbol fue otro de los campos en los que Humor fue especial. Siguió la línea ideológica de Dante Panzeri, que no tenía continuadores y se plantó contra el poder único de quienes todavía lo conservan.
Las tiras del doctor Cureta –Ceo y Meiji- desnudaron los negociados de la medicina privada y el abismo de incuria del hospital público. Y la de Peni y Palomares -67 bis- las miserias y luces de las separaciones, complementadas con Protección al menor donde la educación de los niños fue puesta al día, revisadas las prácticas represoras de generaciones anteriores.
En una reciente entrevista hecha en Mañanas Informales Cascioli respondió que Humor había sido reemplazada por Caras, a la llegada del menemismo. Sin llegar a ese extremo podria decirse que la herencia de Humor está allí donde las buenas conciencias postulan el diálogo, la convivencia, los derechos humanos, la convivencia democrática, todo ello bajo la protección de la risa. No de otra manera se explica el reflejo de afecto, nostalgia y fidelidad que despierta toda alusión a “la Humor”.
7
Por las sucesivas sedes de Piedras, Salta y Venezuela circularon con entusiasmo los marginados del régimen. Medio a escondidas, con miedo a algún atentado, huyendo cierta vez por los techos, quienes colaboramos con las revistas de la editorial De la Urraca nos sentíamos unidos como cofrades por un enemigo en común y por una utopía juvenil. A falta de otros lugares de reunión, aquellas redacciones fueron los ámbitos de intercambio literario y cultural. Por allí podía uno cruzarse con Alejandro Dolina, Juan Sasturain, los textos que desde su exilio enviaba Osvaldo Soriano, Marta Mercader, J. C. Martíni, J.P. Feinmann, María Elena Walsh, entre muchos más. Una verdadera concentración de inteligencia y creatividad. Y con admiración y cierta timidez los que veníamos atrás, los que nos sentíamos estimulados por la gentileza y la docencia del jefe de redacción Tomás Sanz o del secretario Aquiles Fabregat. Dibujantes, pintores, escritores, durante por lo menos diez años encontramos allí no solo un refugio sino un estímulo para la creatividad. En nuestro caso, prácticamente escondidos en la ciudad de La Plata y sin trabajo, aquellas escapadas semanales eran algo muy cercano a la supervivencia. Éramos muy jóvenes, con cuatro hijos, absolutamente inexpertos en ámbitos editoriales pero fuimos recibidos con cariño y formados sin distancias. Nos recibieron y supieron dirigirnos hacia aquello que mejor sabríamos hacer, la nota costumbrista, la crítica al sistema educativo.
Como ejemplo va un fragmento de una de aquellas notas, aparecida en diciembre de 1987.

CÓMO ESCRIBIR UNA NOTA EN CASA
“Vos sí que te ganás la guita fácil…”
La verdad sea dicha: desparramados en las sillas, con el pelo revuelto, en paños menores en verano o abrazados a la bolsa de agua caliente en invierno, comiendo bizcochitos de grasa y hablando pavadas, Ma y Pa no dan el aspecto de estar laburando.
Ma le está masajeando el cuello a Pa, quien de estar sentado a la máquina ha quedado duro. Uno de los niños ceba mate. Los otros chicos aúllan y el perro grita. Tocan el timbre. Las criaturas abren la puerta de calle sin preguntar. Uno se acuerda de Alberto Cortés: “cuando un amigo viene…”
-Hola, ¿qué tal? Vine a hacer un trámite acá cerca y tengo para un rato. ¿Qué hacen, vagos?
Y el amigo se instala, lee por encima del homnbro, critica la puntuación, quiere ayudar con chistes de velorio, y tres horas después se va ofendido porque Pa se ha trasladado a la cocina a seguir trabajando.
-Chau, “estrella”… -saluda con ironía final.
Uno no tenía muchas ganas de hacer la nota, pero ahora por lo menos tiene tema.
Después de depurar las cinco páginas escritas a desgano, queda: “Los niños se tiran encima de Pa. Se vuelca la leche. El perro mordió a una vieja en la vereda. La cosa se complica”.

Llegan refuerzos
Dos mates más y arrancamos de nuevo. Llaman otra vez a la puerta y se oye el llanto de la suegra, que vive a tres cuadras; es decir, en casa. Ma sale corriendo a atenderla, Pa huye a ponerse un pantalón.
-¡Ay, me agarró no sé qué! ¡Me duele acá, acá y acá! ¡No me digan que stán ocupados, porque me quiero morir, y tiene que ser ahora!
Enseguida llegan los otros suegros, como por arte de vecindad. La difunta resucita y ellos, que venían también con un drama, al verla lo olvida. Ahora sí estamos todos. Y todos se alían contra nosotros.
-Mirá cómo tenés a estas pobres criaturas. ¿Qué esperás, nena, para sacar las telarañas?
De la comedia intimista al vodevil, de la zarzuela a la ópera, el escenario cambia continuamente.
La suegra plumerea encima de nosotros. Ma espanta las pelusas que caen sobre la máquina y Pa sigue escribiendo, ambos con las piernas levantadas para que la otra suegra pueda barrer. El suegro martilla y encola la lpata de la mesa. Como el samba, pero sin música. Al sólo efecto de mostrarles indiferencia, obstinación, espíritu de sacrificio y odio, los laburantes escriben. Y éste es el resultado: “Los niños se tiran encima de la leche. Pa se vuelca. La cosa mordió a una vieja y el perro se complica”.
Los Poderosos al final se apiadan de nosotros y deciden quedarse a cenar para ayudarnos. Vamos a trabajar a otra habitación. Para que no nos molesten los chicos, les prender el televisor y chilla Johnny Tolengo. Escribimos un renglón y Suegra 1 trae té.
-Gracias.
Retomamos. Dos palabras más. Suegra 2 trae un chisme: no es el hijo del almacenero el que sacó el Prode. Es un primo, está separado y no le quiere dar nada a la mujer.
-Gracias.
Redondeamos finalmente un párrafo.
-¿Qué quieren que les hagamos para cenar?
-Y, algo livianito, porque tenemos que quedarnos hasta tarde.
Y entonces improvisan una paella.

Al fin solos
La clase pasiva se ha retirado. Como consecuencia del ágape, la disgestión lenta y el exceso de libaciones para apagar el incendio, nuestras mentes están confusas, los ánimos belicosos y los chicos con pesadillas.
Ma quiere tirar la toalla y pregunta hasta cuándo hay tiempo para entregar la nota.
Pa, trágico por efecto del vino, subraya: “Mañana, sí o sí. Ya te lo dije dos veces”.
-Bueno. Dale. ¿Cómo empezamos?
-Empezá vos. ¿Qué soy, el boludo, yo? Encima que escribo a máquina.
-Si escribís es porque querés tener siempre la última palabra.
-Como tu vieja.
-Je, porque la tuya…
Finalmente se llega a un acuerdo: Ma escribe la parte de ella; Pa la de él; Ma no lava los putos platos; Pa se va a dormir al living.

miércoles, 3 de junio de 2009

LA REVISTA HUMOR EN LOS OCHENTA

EN BREVE SUBIREMOS A ESTE BLOG NUESTRAS NOTAS PUBLICADAS EN AQUELLA ÉPOCA. EN GENERAL FUERON DOS PÁGINAS CON EL TEMA RECURRENTE DE LOS CUATRO CHICOS Y LOS PROBLEMAS QUE NOS TRAÍAN EN LA ESCUELA, EL BARRIO, LA FAMILIA. TAMBIÉN ESTUVO PRESENTE EL TEMA DE LA EDUCACIÓN, LAS REUNIONES DE PROFESORES, LOS ESPANTOSOS ERRORES DE ALUMNOS Y DOCENTES.